El gobierno brasileño, encabezado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, relanzó esta semana el programa de vivienda social Minha Casa Minha Vida (Mi Casa, Mi Vida). Lanzado originalmente por el gobierno de Lula entre 2003 y 2011, el programa fue descontinuado por el gobierno de Jair Bolsonaro.

Al igual que las versiones anteriores, el nuevo programa incluye el despliegue de sistemas de montaje solar a una escala mucho mayor. El esquema tiene como objetivo construir 2 millones de nuevas unidades de vivienda social para 2026 y desplegar dos módulos solares montados en el suelo en cada hogar, proporcionando 1 kW de energía por vivienda.

Según las cifras publicadas por la asociación brasileña de energía fotovoltaica ABSolar, el programa podría conducir a la instalación de 2 GW de generación solar distribuida, reduciendo las facturas de electricidad de las familias en un 70%. El programa atenderá a familias con ingresos mensuales de hasta BRL 8.000 ($1.660) en áreas urbanas y hasta BRL 96.000 por año en áreas rurales.

En junio, la Cámara de Diputados aprobó una nueva versión del esquema, que permite utilizar fondos del Fondo de Indemnización por Cesantía (FGTS) para proyectos de alumbrado público, saneamiento básico, caminos públicos y drenaje pluvial.